IRONMAN ZURICH 2010

El día 25 de julio disputé el Ironman de Zurich, últimos 226 kilómetros de este largo camino que emprendí allá por el mes de Enero. Fueron kilómetros emotivos, emocionantes , sin lugar a dudas supieron a triunfo. Triunfo por haber conseguido estar allí, de haberme conseguido organizar para poder preparar un IRONMAN, de no haber perdido un sólo día de trabajo, de haber entrenado cuando mi familia dormía o estaba en el cole. Triunfo por que al fin y al cabo sólo soy un deportista popular, con un cuerpo no especialmente dotado para el deporte, que ni tiene ni quiere sponsor, que no entrena todos los días pero en posesión de una fuerte convicción en lo que quiere hacer...claro que esto lo podemos tener todos, al menos los que nos apuntamos a un Ironman. No me enrollo más y paso a la crónica:

-Viaje: Formamos la expedición dos coches, pues se vienen unos amigos para pasar las vacaciones posteriores a la prueba recorriendo Suiza. El primer día (viernes) dormimos en Aix-les-bains (Francia). El sábado llegamos a Zurich y despues de instalarnos en el hotel me acerco a recojer el dorsal al mismo tiempo que me estudio el recorrido en tranvía para la mañana siguiente. Por la tarde a las 6.30 nos acercamos en tranvía, al check-in de la bici. Las nenas alucinando del tranvía, del ambiente...pero a mi me empezaba a entrar el acojone. Cenamos por allí y al hotel.

-Mañana de la carrera: Desayuno a las 5 de la mañana. No hace falta despertador pues no consigo conciliar el sueño desde hace bastante rato. Me meto el desayuno a la luz de una linterna, mi mujer me mira preocupada y mis hijas duermen. Me siento tranquilo, con ganas de que empieze todo. He decidido tomar el tranvía de las 6.03, un poco tarde, pero lo prefiero así. Llego a boxes a las 6.23. Con el tiempo justo de preparar material y ponerme el neopreno. El ambiente es fantástico y hay emoción participantes y familiares. Paradojicamente suena por megafonía ¿crees que soy sexy? de Rod Steward. Cuando estoy listo, a la zona de salida. Ha llegado la hora.

-Natación: 7.00h Empieza a salir el sol y se refleja en el lago mientras salen los profesionales. Luego las primeras filas hasta que llega mi turno, pues me he colocado al final. Sin tiempo para muchos pensamientos, al agua, hemos venido a esto. Al principio golpes y algún trago de agua, pero enseguida se abren huecos y se nada sin problemas, por delante, supongo, es otra cosa. Nado, nado y nado, pienso en la técnica, en el cursillo, imagino la vida de la chica que está nadando a mi lado, cualquier cosa sirve hasta llegar a la primera vuelta. Como no llevo reloj no se como voy, da igual. Atravieso una pequeña isla a la carrera y vuelvo al agua. Mientra nado me repito una y mil veces que prodría estar nadando todo el día. Así hasta el final. Bastante gente en boxes. Llamo a mi mujer para decirle que he salido del agua y miro el reloj, las 8.31. Bien, lo que no me dejaba dormir tranquilo ha pasado.

-Bici: transición rápida y a pedalear. Primera parte llana, luego zona de repechos, bastante incómodos, puerto (no demasiado duro) y final en llano con un repecho de 2km llamado "colina rompecorazones" parte caliente de la bici, con pasillo entre espectadores que animan sin parar. Termino los 90 km muy bien, pues el circuito me es favorable. Sin embargo me obligo a relajarme un poco y a invertir más tiempo en la segunda vuelta. Procuro sacar el plato en todos los repechos y comer y beber casi constantemente. La idea era bajar de 6.00h. objetivo no cumplido, pero no pierdo ni un segundo en lamentaciones.

-Carrera a pie: En boxes me coloco el top del CABarbastro y calcetines limpios. A correr con el único pensamiento de terminar la primera vuelta. El ritmo creo que es demasiado alto, pero me dejo llevar, bajando ritmo en la zona del tunel y del paso elevado del tranvía. Como frutos secos y bebo cola en todos los avituallamientos, no puedo ni con los geles ni con las barritas. Primera pulsera, a por la segunda. Esta vuelta la hago un poco más despacio, intentando tranquilizarme. La tercera, no se porqué, se me hace fácil. Al pasar por meta empiezo a notar bajón y decido pasar andando todos la avitullamientos. La dureza del IRONMAN se manifiesta, pero quedan pocos kilómetros, ya sólo es cuestión de cojones. Me voy acercando y veo a mis hijas esperando junto a un juez. Meta, lo he conseguido. No llevo reloj y no tengo ni idea del tiempo, aunque creo que ido bastante bien. Al pasar por el arco veo 11:53 ¿será una alucinación?

Sin lugar a dudas ha valido la pena. Lo que antes parecía un imposible se había hecho realidad. Ahora descanso, tanto físico como mental.