Quiero presentaros a Dave Orlowski. En 1978 fue uno de los 15 participantes en el primer Ironman y, 32 años más tarde, se presentó en la primera edición del Ironman de Resenburg, celebrado este verano del 2010. Volvió a conseguir ser finisher, pero lo hizo media hora más tarde del cierre de control. Eso a él, evidentemente, le daba igual, lo importante era volver a ser finisher. Su amigo Tom Knoll, sexto clasificado en aquel lejano primer ironman, le estaba esperando en la linea de llegada para ofrecerle la medalla que él si había conseguido. Dave la rehusó y se fueron a tomar unas cervezas para celebrar su triunfo.
Son pequeñas historias para algunos o grandes para otros, como las que podrían escribir mañana los participantes en la Ultra Trail de la Sierra de Guara.
Sin embargo, mañana nos levantaremos y en la prensa saldrá un entrenador que critica a sus colegas por que no ponen la alineación que a él le conviene o un ciclista que le echa la culpa de sus males a un chuletón de Irún.
Bonita historia.
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