JEAN BOUIN 2010

Desapacible amaneció la mañana en Barcelona el domingo día 21.
A las 8,15 h. Antonio Gi y yo nos tomábamos un café solo en el Bar Galicia en plena Gran Vía de Les Corts.
Un par de bellas sudamericanas se sentaban a nuestro lado. Impecables, muy pintadas, llevaban botas altas hasta la rodilla. El olor dulzón de su perfume se mezclaba con el de nuestro amargo café. Venían como "de marcha". No se si ahora se dice así. No estaban muy contentas.



A las 8,30 h. Pepe y Blanca nos esperaban en el sitio habitual. Las escaleras de acceso a la Fira. Hacemos las fotos de rigor. La tranquilidad es absoluta. Nuestro estado de forma actual no permite que los nervios afloren.
A las 8,50 h. Antonio se va al urinario. Me coloco en la línea de salida junto a otras 8000 personas aproximadamente. Por detrás, alguién con voz de gangoso me dice algo. Pensando que es Antonio me vuelvo dispuesto a hablar en plan gangoso cuando me doy cuenta que el hombre que me advierte que se me han caido las gafas, dispone de una macronapia a izquierdas que hace que el pobre hable de esa forma que hizo famosa el humorista Arévalo.



Llega Antoine y nos deseamos suerte. Salgo como "una instalación". El primer km. me marca 3'43". En el segundo me alcanza el "práctico" de 40'. Voy con él hasta el 4. Demasiado forzado decido levantar el pie. Paso el quinto en 20'20". Los tres últimos kilómetros, Paralelo, C/ Lérida, son en subida, durillos. Al final 42' justos. Contento. Es lo que hay. Antonio 45'. Pepe y Blanca, 1h. 3'.

Al poco rato llegan nuestras respectivas "santas" con nuestras respectivas "proles". Vienen de ponerse las botas en el bufet del hotel. Me ordenan que caliente con Javi. Bueno, estoy bien, se me ha hecho corta la Jean Bouin. Javi corre a las 10'30 h. en infantil masculino. Trotamos un rato. Vemos la primera carrera, la cadete femenina. Nos despistamos un poco. Intentamos sacar el pantalón del chandall que cuesta una eternidad. Cuando vamos a la línea de salida, las siete u ocho primeras filas están ocupadas. Al final notable carrera, el 36º de 166, de menos a más, siendo infantil de primer año.



Antonio deja a Marina en la línea de salida de las infantiles chicas. Es su 2ª carrera y claro, en este ambiente, está muy nerviosa. Su objetivo, terminar, y así lo hizo, hasta sprintando al final. Bravo Marina.

Luego me tocaba calentar con Marco. Hicimos los 1050 m. de su carrera trotando. Después, estiramientos y varios sprines. Vimos un poco la carrera de Zugasti. No lo iba a tener fácil. Acudimos enseguida a la línea de salida. No queríamos que nos pasara lo de Javi. En cuanto salieron las alevines chicas, Marco se colocó. Primera fila. Empieza a acudir el mogollón. Una mujer me pregunta que si soy entrenador. Como estoy en la zona de los corredores, le digo que sí, por si era de la organización. Me pregunta que yo que haría si mi hijo quisiera correr con cuatro puntos de sutura en la cabeza. Eeeh, yoooo.



Miro a Marco, no está en la primera fila. Lo han relegado a la tercera. Protesto a un juez. Por un oído le entra y por otro le sale. Esto es indignante. Tirando para casa, vaya caradura. Me voy, estoy caliente. Subo a la fuente. Es más o menos la mitad de la carrera. Cuando llegan los corredores benjamines, Marco ya va 5º, remontando, a punto de pillar al 4º. Desde arriba, observo el final. En cuarta posición, recortando metros con el tercero y no teniendo espacio para alcanzarlo, observo como se deja. En ese momento, recuerdo que no le he comentado que hay premio hasta el 5º clasificado, que no lo sabe. A cientos de metros le grito, sabiendo de lo inútil del gesto. Unos "japos" me miran. Es rebasado por dos corredores. Al final 6º de 247. A 3'36" el km. Está pero que muyyyy bien.



Después vemos la carrera de los pro's. Ganan Kiprono Menjo y Natalia Rodríguez.
Luego, comida en los alrededores y a casa.