martes, 26 de julio de 2011

MONEGROS MAN






Cuando hace unos meses con la iniciativa de Javier Solanas, compañero de equipo ciclista de Dani Arnal, se anunció la celebración del primer triatlón larga distancia de la historia de Aragón en la pequeña localidad monegrina de San Juan de Flumen, no me lo pensé dos veces y me inscribí. No podía perderme un triatlón tan atractivo a sólo 50 kms. de casa y además campeonato de Aragón. Las plazas eran 200 y se cubrieron rápidamente.

Una tarde de hace tres semanas me fui a "echar un ojo". La natación se iba a hacer en un pantano de 0,5 Hm3, muy majo, de la comunidad de regantes de San Juan de Flumen. Me llevé a la "decartón" y dí dos vueltas al circuito ciclista. Me salieron casi 50 kms. en un terreno apropiado para mover el plato grande, pero con una "tachuela", el alto de la Cartuja de las Fuentes, de casi 1,5 kms. Aquel día pensé: "como le dé por hacer cierzo en este terreno tan desprotegido..."


Cuando el domingo de camino a San Juan, atravesaba Peralta de Alcofea observé los grandes campos de maíz como se "meneaban", le comenté a la "decartón": "hoy tocará apretar los dientes". Y es que en este triatlón si no hace aire, hará calor o, aire y calor, y eso es lo que lo hará tan llamativo.


A mí me gustó, la natación se hace en un sitio muy guapo donde se puede meter el doble de gente, la bici permite hacer grandes medias en carreteras escasamente transitadas, pero tampoco es fácil y la carrera a pie es un tanto pestosa por caminos con firme irregular y dura, muy dura. El personal de la organización muy amable, los colaboradores del pueblo, implicados a tope, animando en todo momento y hasta los jueces, habitualmente ariscos eran simpáticos, aunque vi a algún corredor en el penalty box, a los que seguro, no se lo parecerían.


Cuando uno va a una carrereta se pone sus pequeños objetivos, a pesar de lo que digan algunos, yo tenía dos: ganar a Apilluelo en la natación (compañero de empresa, campeón de España muchas veces en triatlón de invierno pero a priori no muy buen nadador) y hacer un tiempo total en torno a las cuatro horas. Luego, no se cumplirían ninguno de los dos. Apilluelo salió del agua un minuto antes que yo, mostrando una mejoría natatoria, de la cual me alegro y que lo aproxima a su gran objetivo de clasificarse para el campeonato del mundo de Ironman en Hawaii y segundo, mi tiempo final de 4 horas 14 minutos, muy lejos de mi objetivo inicial.


En principio no estaba permitido el neopreno pero en vista del día tan desapacible y del oleaje que había en el pantano la organización quiso curarse en salud y dejó llevarlo. El agua no estaba nada fría, de hecho se estaba mejor dentro que fuera, pero estaba completamente turbia. Me sorprendió el civismo de la gente en el agua, ni un golpe. Lo peor, el oleaje.


La salida del agua era curiosa, por un talud con mucha pendiente, la tenías que hacer agarrado a un "ramal" y luego, aunque habían colocado moqueta en los 300 m. que separaban las bicis, debajo de ésta había piedras "punchudas" que hacían que parecíeramos una multitud de Chiquitos de la Calzada, "no puedo, no puedo".


La bici, consistía en tres vueltas a un circuito de unos 25 kms. donde pegaba el cierzo de culo en la bajada, alcanzándose velocidades considerables, y de cara en el terreno de subida, incluido el alto de la Cartuja donde algún espabilado había puesto pintadas en el asfalto tales como: "Se nota el cierzo, eh?", "esto son los Monegros", pero también otras animosas como: "Venga que ya está", "ahora, a tope".


La transición de la bici a correr era en medio del pueblo con una gran animación, mientras me calzaba las zapatillas oía como el speaker comentaba algo sobre mí, entendiendo al final: "Vamos Gibanel de Barbastro". La carrera era por caminachos con un firme desastroso, el primer kilómetro se me hizo eterno. Llegabas al kilómetro 2,5 y dabas la vuelta hasta el pueblo, así las tres vueltas. Te cruzabas con corredores continuamente y se hacía ameno pues terminabas sabiendo si le recortabas a uno u otro se te acercaba peligrosamente. Cada vuelta me encontré mejor. La llegada era tipo Ironman, otro detalle positivo de esta carrera.


En definitiva, triatlón totalmente aconsejable, al lado de casa y a buen precio. Espero que el próximo año podamos venir unos cuántos del club y hacer equipo.

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