Preocupado andaba yo desde que se terminó la mermelada de rosas que habíamos comprado en una Abadía dominica cerca de Lucerna (Suiza). Era un edificio con una tremenda vida, pues en una sala de la entrada se había habilitado una pequeña tienda donde vendían productos elaborados en la misma Abadía y alrededores. El edificio se empezó a construir en el siglo XIII y conserva una actividad económica basada en la explotación de los recursos naturales de la zona. Visitamos los huertos y permanecimos un rato paseando con la esperanza secreta por mi parte de ver a algún monje parecido a algún personaje del Nombre de la Rosa. Desgraciadamente, sólo vi un monje pero el hombre pequeño que va a su huerta por la carretera de Cregenzán se parecía mucho más a los monjes descritos por Umberto Ecco.
Los quesos ya hacía algunos días que se habían terminado y todavía conservaba, como oro en paño, un bote de mermelada de rosas que se terminó finales de agosto.
Pero por fortuna, mi amiga Mariajosé Sierra elaboró mermelada de moras y fui uno de los pocos afortunados en ser obsequiado con un tarro. Delicatessen del Somontano, con moras recolectadas por la carretera de Cregenzán.
Preocupado ando yo, pues todavía no tengo decidido el objetivo deportivo del año. Quien sabe si, al igual que me ha ocurrido con la mermelada, lo tengo a las puertas de mi casa. Veremos
Vamos, vamos, tener la thermomix y no hacerte tu la mermelada, con lo fácil y sencillo que es. Que te la tenga que regalar Mª jose S. Esto no puede ser, necesito otro tipo de publicidad, señor Gibanel.
ResponderEliminarVoy a ver de qué te puedo llevar mermelada con TH, la próxima vez que nos veamos. Y quiero publicidad.
Recuerdos
Perfecto, acabo de ganarme un tarro de mermelada. Con un poco de suerte se pican Blanca Pes y mi mujer y mermelada thermomix para un par de meses.
ResponderEliminarTu pica al personal y ganarás. Mucho ánimo en tu siguiente proyecto. Saludillos M José S
ResponderEliminarte vas a enterar, macho de las mermeladas que sabemos hacer con la TMX.
ResponderEliminarLa de moras es la mejor sin duda. Ves recogiendo moras que yo te hago la mermelada......
Así me gusta, Blanqui, caña.
ResponderEliminarPero con la tontería le he regalado una de pimientos del piquillo, y estoy pensando en hacer una de tomates rosas (de mi padre). Pero vamos, lo dicho, publicidad Sr.G.