viernes, 11 de abril de 2014

En París


42km por delante. Una vez más. Son las 8:45 y esta vez estoy en los Campos Elíseos. Ya hace un rato que Pepe, Quique y yo hemos entrado en nuestro cajón tras despedirnos de Blanca. Tenemos el Arco de Triunfo a nuestras espaldas y el obelisco de Luxor delante, a lo lejos. 42 km por delante con el objetivo de batir mi marca personal. Objetivo no expresado públicamente, pero que Josemari, Javi, Pedro o Iván, compañeros en la preparación, ya intuían. Todo iba bien hasta el kilómetro 30, donde el objetivo volvió a ser el de siempre, acabar dignamente. Le puedo echar la culpa a la sobrecarga en la fascia lata que decidió despertar en ese momento. También puedo decir que una marathon en París merece que bajemos el ritmo y así poder contemplar a lo lejos el obelisco Vendome....y no mentiría. Lo que está claro es que justo al pasar por la meta en 3:45' decidí que volvería. Al fin y al cabo todo vuelve y desde hace tiempo se que tras cruzar una línea de meta vuelve, irremediablemente, una línea de salida.

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