Ayer, a pesar de las ventoleras había que salir con la bici ya que nuestros objetivos se van acercando y hay que afinar la preparación. Pasado el túnel de Santa Bárbara y en medio de la carretera se encontraba este herrerillo, inmóvil, aturdido por el encontronazo con algún automóvil. Paré, me lo eché al bolsillo del maillot y continué la ruta. Mientras pedaleaba notaba que se movía, lo que significaba que se estaba recuperando. Al llegar a casa estaba perfecto, muy combativo y agresivo. Le hice unas cuántas fotos y tras la última con el playmóvil para comparar tamaños, se fue.
El herrerillo (Parus caeruleus) es hiperactivo. Ágil, inquieto, alegre, incansable, pone una nota de vivos colores entre el verdor de la espesura. Su píleo, alas y cola azul cobalto y su vientre de un amarillo intenso le hacen fácilmente reconocible. Destacable también es su agresividad y la valentía de la que hace gala un pájaro tan pequeño. El herrerillo común es sin duda la especie nidícola europea que pone un mayor número de huevos. Entre 7 y 18 huevos.
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