Ayer salimos con Antonio a correr. Subimos por la carretera de Cregenzán hasta llegar al cruce con la carretera del canal. Tomamos el camino que lleva a Burcéat. Atravesamos el pueblo y bajamos por la carretera de Burcéat.
Durante el descenso contemplamos con estupor cómo se están realizando unas obras para el ensanchamiento de la calzada. La antigua carretereta de Burcéat, seguramente la más idílica de las que existían en los alrededores. Y hablo en pasado porque la están convirtiendo en una auténtica carreteraza de unos 15 m. de anchura.
¿Tan necesario era? ¿No hay otras cosas más importantes? No quiero que se me enfaden los vecinos de Burcéat. Pero, ¿qué censo hay en este bonito pueblo?, 10, 15 personas.
En ocasiones, vemos unos cables que hay colocados transversalmente en las carreteras. Son aforadores de vehículos, que las demarcaciones de carreteras de turno ponen para contabilizar el número de vehículos que circulan por una vía en un tiempo determinado. ¿Cuántos pueden pasar por esta carretera? No lo se. Lo que supongo es que será un número ridículo.
Era una carretera preciosa, jalonada de oliveras centenarias. Estrecha, si, ibas despacio, te arrimabas y ya estaba. En otros países de Europa se ha invertido la tendencia, estas carreteras se conservan, son patrimonio cultural, social. Nada de sucumbir al imperio del asfalto.
En esta ampliación, han acabado con cientos de oliveras centenarias, algunas milenarias, verdaderos monumentos naturales.
No me creo que el objetivo sea contentar a los pocos vecinos de Burcéat que seguramente estaban orgullosos de su carretereta. Aquí huele raro. Seguiremos trotando por aquí.
Yo tambien corri el miercoles por alli. Ya sabia que estaba en obras... pero si que me sorprendi de la anchura que tiene el nuevo proyecto. La antigüa era bonita, pero para mi era peligrosa, asi que soy partidario de que la mejoren, aunque quizas en el termino medio hubiese estado la virtud. No se.
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